Todo parece indicar que fue construida por el pueblo hitita, quienes por esa época estuvieron asentados en la zona, y como medio de defensa ante cualquier imprevisto ataque enemigo.
La ciudad subterránea de Derinkuyu tiene una veintena de niveles de profundidad, y aunque no se ha alcanzado el tope y solo se ha llegado hasta los 40 metros subterráneos (8 niveles), se calcula que la parte no accesible puede alcanzar los 85 metros.
El descubrimiento casual de este lugar ocurrió en 1963, cuando el propietario de una casa-cueva (muy típica en la zona) tiró una pared y se encontró que su vivienda comunicaba con otra estancia, de la que salía un túnel.
Tras ser inspeccionado por expertos, se comprobó que se trataba de una milenaria construcción, la cual estaba perfectamente diseñada para vivir largas temporadas sin tener que salir al exterior para nada, gracias a sus espacios adecuados para hacer la función de almacén de alimentos, el lugar donde tener los animales y, además, tenerlo todo perfectamente ventilado, gracias a los precisos conductos de ventilación que habían construido.
También disponía de agua potable gracias a un rio subterráneo y a numerosos pozos que se realizaron. En caso de ser atacados el lugar quedaba herméticamente cerrado por unas puertas circulares de piedra cuyo peso aproximado era de media tonelada.
Resulta curioso observar que este pueblo, contando con los elementos más rudimentarios para construir ese lugar, no se olvidase de los espacios dedicados al ocio (como bares) o salas de culto en las que podían encomendarse a sus divinidades (la hitita era conocida como “la religión de los mil dioses”).
Cabe destacar que la estructura de la ciudad subterránea de Derinkuyu estaba estratégicamente diseñada para poder esconderse y huir en caso de que penetrase algún intruso, ya que disponía de escondrijos y recovecos imposibles de encontrar si no se conocía bien el lugar.
El único punto débil a toda esta ciudad eran sus pozos, a través de los cuales cualquier enemigo podría haber introducido veneno que iría a parar a las aguas subterráneas que después debían consumir sus habitantes. Algo que no han terminado de descartar los investigadores y expertos de que así ocurriera yo fuese uno de los modos con los que los Pueblos del Mar atacasen y acabasen con los hititas.
Desde 1969 ocho niveles de esta sorprendente ciudad subterránea de Derinkuyu están abiertos a los visitantes, habiéndose convertido en uno de los puntos turísticos de mayor afluencia de la región de la Capadocia.
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1 Comentarios :
Yo como defensor de la teoría de los alienígenas ancestrales, también creo que se defendían mas de un ataque por aire que de los ataques por tierra, ya que por tierra únicamente con tapar los conductos de ventilación estarían muertos, pero por aire 20.000 personas serian indetectables viviendo bajo tierra, un artefacto que sobrevolase esa zona no advertiría ni los pozos de ventilación, pero esto seria otra historia...